Todavía existen en este mundo personas que disfrutan del romanticismo y que no se suman al tren contemporáneo del libertinaje sin horizontes, o por lo menos que se suman poco y que gozan con placer cada cuota de romanticismo que les da la vida.
Las personas románticas se caracterizan por ser seres de mucha empatía con el otro, sensible a las cuotas comunes de la sociedad y a los deseos de los demás. Suelen saber que puerta usar para entrar con calma pero muy profundamente al corazón de las personas y cada cosas que hacen le ponen un actitud muy comprometida y atractiva queriendo llamar la atención para cautivar y con el ultimo fin de conmover al corazón del otro.
Las personas románticas no son ansiosas y saben interpretar señales elocuentes en función de lo que ellos necesitan saber para conquistarte. Suelen pensar mucho en la persona que quieren y no les interesa rehusar otras actividades para pasar tiempo en el romance y el enamoramiento.
Por otra parte el romance no pasa solo por la actitud de una persona, es algo más, es parte de una situación donde todos son conspiradores del mismo, y si no se dan todas las variables necesarias por parte de los involucrados el romance fracasa y cada fracaso hace más difícil que vuelva a emerger la llama del romanticismo dentro de una pareja, por que los fracasos generan secuelas, y las diferencias distancias.
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